Blogia
manderley

"Vietato introdurre biciclette", de Julio Cortázar

  En los bancos y casas de comercio de este mundo a nadie le importa un pito que alguien entre con un repollo bajo el brazo, o con un tucán, o soltando de la boca como un piolincito las canciones que me enseñó mi madre, o llevando de la mano un chimpancé con tricota a rayas.  Pero apenas una persona entra con una bicicleta se produce un revuelo excesivo, y el vehículo es expulsado con violencia a la calle mientras su propietario recibe admoniciones vehementes de los empleados de la casa.

  Para una bicicleta, ente dócil y de conducta modesta, constituye una humillación y una befa la presencia de carteles que la detienen altaneros delante de las bellas puertas de cristales de la ciudad.  Se sabe que las bicicletas han tratado por todos los medios de remediar su triste condición social.  Pero en absolutamente todos los países de la tierra está prohibido entrar con bicicletas.  Algunos agregan: "y perros", lo cual duplica en las bicicletas y en los canes su complejo de inferioridad.  Un gato, una liebre, una tortuga, pueden en principio entrar en Bunge & Born o en los estudios de los abogados de la calle San Martín sin ocasionar más que sorpresa, gran encanto entre telefonistas ansiosas, o a lo sumo una orden al portero para que arroje a los susodichos animales a la calle.  Esto último puede suceder pero no es humillante, primero porque sólo constituye una probabilidad entre muchas, y luego porque nace como efecto de una causa y no de una fría maquinación preestablecida, horrendamente impresa en chapas de bronce o de esmalte, tablas de la ley inexorable que aplastan la sencilla espontaneidad de las bicicletas, seres inocentes.

  De todas maneras, ¡cuidado, gerentes!  También las rosas son ingenuas y dulces, pero quizá sepáis que en una guerra de dos rosas murieron príncipes que eran como rayos negros, cegados por pétalos de sangre.  No ocurra que las bicicletas amanezcan un día cubiertas de espinas, que las astas de sus manubrios crezcan y embistan, que acorazadas de furor arremetan en legión contra los cristales de las compañías de seguros, y que el día luctuoso se cierre con baja general de acciones, con luto en veinticuatro horas, con duelos despedidos por tarjeta.

  Tomado del libro:

  CORTÁZAR, Julio: "Historias de cronopios y de famas" (1962).  Barcelona: Editorial Edhasa/Ed. Sudamericana, (Colección Pocket Edhasa),1984, p. 57-58.

  Rincón de Manderley

  En conmemoración del nacimiento del querido Julio Cortázar en agosto de 1914.

  Musti

4 comentarios

Musti -

Pues les seguiré dando caña con Cortázar, queridos amigos. Pero tampoco voy a abusar. Tengo demasiados escritores de los que quiero dejar una huella en el Rincón de Manderley.
El verano fue abrasador, Miguel, y me lo pasé trabajando --como es usual aquí.
Un abrazo. ¿Sabe alguien de Isidro? ¿Y de Willy?

Angel -

¿Qué pasa, Pablete? ¿Cómo ha ido el verano?

Aprovecho este fragmento para confesar que Cortázar me aburre en el 99% de los casos. No te lo tomes a mal, Pablo. Cortázar me fascina como conferenciante y conversador, pero me duerme como escritor.

Me pasa lo mismo que con Borges. No les veo el fuste, me cuesta un mundo leerlos.

Por descontado que son dos genios y que el problema es mío.

Un abrazo.





Maikel -

Qué pasa Pablo! qué tal el agosto? Cortázar me sobrepasa, pero el fragnento es divertido y muy ingenioso. Ah ... Almería.¡Qué alegría! (Rima).
Bueno ya está bien de hacer el chorra, voy a la calle. Saludos.

Alfredo -

Qué bonito este fragmento Pablo. Mueve a soñar, a percibir lo cotidiano con otros ojos.
Por cierto, el fin de semana pasado estuve en Almería. La encontré tan luminosa y acogedora como siempre. Me sucede algo extraño cuando regreso a Almería, siento como si todavía estuviera viviendo allí con vosotros queridos amigos, la encuentro tan cercana como si hubiera estado paseando por su Paseo de Almería el día de antes, como si todavía perteneciera a la ciudad y la ciudad a mí, no me refiero al pasado sino a un radiante presente. ¿ Quién sabe ? quizás no me haya ido de Almería del todo...